XIII Manda-miento



Y… NO DAÑARÁS EL AMBIENTE

 “Cum lupus addiscit psalmos desiderat agnos” (35)

erjúlte, adolescente inquieto, se encontraba en su hogar situado a 14.000.000 de años luz de la tierra. Impaciente por el retraso de su Maestro para lo que sería su primera excursión fuera de su escarlata atmósfera intentó ensayar con el mitón de trayecto de su padre. Tras activarlo, presionó varias teclas y entre ellas Σ, habilitando viejos ejes, que resultaron ser coordenadas terrestres utilizadas en los años 1945, 1954 y 1986. Ansioso por algún resultado presionó ξ y luego ω que registraron un nuevo trayecto y un nuevo destino. Rubricando su impaciencia, presionó la inicial de su nombre , esta fijó en el sistema un punto en el universo que produjo un agujero de gusano y un potente láser encandiló el lugar. Campante por el logro, pero cegado por el resplandor, levantó su brazo en procura de sombra, pero… su dedo-diamante invadió la luz de trayecto. El sistema lo desintegró y en 13.3 segundos lo materializó en el Planeta Tierra, exactamente, en 0°,56',54.37" sur, y 80°,40',55.30" oeste, muy cerca del Puerto de Manta (Ecuador).

Debilitado por la abundancia de oxígeno y una excesiva radiación convulsionó varias veces, rebasando el límite de horizontalidad de su víscera esencial… En instantes se desplomó.

Alertado su sistema nomotético, compensó por minutos el desequilibrio, evitando que sus partículas blandas se licuen, su estructura se desintegre y sus 205 segmentos se fusionen con la masa más próxima.

Tras varios segundos en coma, el inquieto joven volvió en fa y consciente del peligro, determinó en su dedo-diamante el nivel de radiación. Medía: 520 mSv/h —Al ser extrema, obligaba a actuar de prisa—. Reducido en su vigor se arrastró unos metros y apoyándose en la que debió ser una descomunal garita logró, por fin, estabilizar su extenuado cuerpo.

Tembloroso y azulino definió en el mitón de trayecto: Altura “+” Radiación “—”, selló sus nueve orificios, presionó y en 3.13 segundos se materializó en 1°,28',08.69" sur, y 78°,49',03.08" oeste; exactamente en el volcán Chimborazo (Ecuador). Satisfecho con su travesura curioseó los alrededores, miró con nostalgia en dirección a su hogar y tras comprobar la resistencia del suelo, inició lentamente el descenso. Fascinado con el color de la atmósfera, el heterogéneo paisaje, el gracioso peso de sus extremidades y la ausencia de mutantes, olvidó, casi por completo, su audaz aventura. Al tropezar con vestigios de una extraña flora se detuvo y curioso la examinó, al tiempo que su orificio mayor se llenaba de una espesa humedad, inquieto por el hecho la escupió en seguida constatando que se trataba de su violácea saliva. Sin embargo, situó su dedo-diamante a la altura de su vientre, examinó con prolijidad el estado de su cuerpo; al encontrar solo un órgano enfadado, se dedicó a investigar los posibles nutrientes del entorno. Tras evidenciarlos, su orificio mayor se humedeció otra vez. Con avidez, ingirió varias plantas de frailejón, sílice hasta repletarse y una vez satisfecho su ansioso apetito redujo el desnivel de su víscera esencial, selló solo ocho orificios de su cuerpo y perezosamente se enrolló.

Una hora después recobró su condición y ungido de cósmica tranquilidad se dedicó a interpretar, en el lento movimiento de las nubes, la información transmitida desde y hacia el universo.

Al ser apropiadas las condiciones de trayecto, apuntó su dedo diamante hacia el sol, capturó un kilomoles de neutrinos (6.022 x10^26ɣ), programó su mitón transportador y tras cerrar sus nueve orificios, presionó Θ. En un tris… Desapareció…
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En horas de la noche, millones de personas en la ciudad de Washington (EEUU) y sus alrededores, saltaron de sus camas y salieron a verificar lo escuchado en la televisión, vía teléfono o por gritos de vecinos: que algo de grandes dimensiones estorbaba la visión del cielo. ¿Pero qué sucedía…? Se trataba de una enorme estructura pentagonal, que lentamente se desplazaba por el espacio aéreo en dirección sur, con destino a un puerto sobre el Océano Pacífico, donde el día anterior, un radiofóbico (36) muchacho procedente de OXIHIXO, y de nombre erjúlte, verificó ingente radio-actividad e informó a la autoridad.

Horas después, inmóviles sobre la ciudad de Manta (Ecuador) los extraños visitantes, comprobaron altos índices de radiación ionizante y tras rastrear la zona detectaron que en el interior de una ex-base militar Norteamericana se encontraban enterrados 413 tanques con residuos radiactivos; y a 2 kilómetros de la costa, en el fondo del mar dormían 314 tambores con sedimentos tóxicos. Con potentes rayos de succión y sin emitir el más mínimo ruido, la insólita estructura absorbió hacia su interior los 727 recipientes con la peligrosa basura, y en un tris… Desapareció…

A partir de ese instante, noticieros, periódicos, Internet y emisoras del mundo informaban sobre los increíbles acontecimientos ocurridos en el Puerto de Manta (Ecuador), pero ahora sí, acuciosos, exhibían informes de que los EEUU fabricaba plutonio 238 desde el fin de la guerra fría. Publicaban denuncias archivadas en el New York Times de que se producirían 113 kilos de Plutonio 238, que generaría 50.000 tambores de basura radioactiva. Se abanderaron con notas dormidas en el Washington Post, de que el plutonio 238 es, centenares de veces más radioactivo que el plutonio 239, detallando las mortales consecuencias. Divulgaron en la red un informe archivado en Google, en los que oncólogos alertaban que la inhalación de una sola mancha del material, representa un alto riesgo de contraer cáncer. Se excusaban, además, en la CNN, por una entrevista represada en la que burócratas federales, al ser cuestionados años atrás, habían asegurado que el plutonio sería ocupado como "alternativa de paz", al usarlo como recurso energético para el espionaje submarino y terrestre y que los inevitables deshechos, según reza el convenio de Gelsenkirchen, serían ubicados a buen resguardo y en el mismo país de fabricación.

Lideres del mundo al ser entrevistados daban gracias al cielo por el oportuno desalojo de la base norteamericana en el Ecuador y convocaban a los imperios a respetar la soberanía de los pueblos, pues con el pretexto del narcotráfico, socorro económico y hasta la tal religión, pretenden extender más y más su poderío, controlando países que, a pesar de tener bajo sus pies demasiada riqueza, continúan con el privilegio-tragedia de ser pobres.

Republicanos de roble cuna, incrédulos aún del evidente hecho, juraban que los demonios de la izquierda serían los autores, mientras que los Demócratas, culpaban al Gobernator y al Opus Dei por tan lamentable suceso, pero, eso sí, todos terminaban sus discursos agradeciendo al cielo y enseguida a las autoridades cósmicas por tan acertada acción y como auténticos eruditos concluían que, de no haber actuado con firmeza, el "pequeño" país pudo verse severamente afectado.

Lo que nunca dijeron y después se supo es que el joven y obediente Comandante de la ex Base Norteamericana en Manta (Ecuador), se llevó a la tumba la verdad, pues horas antes de encarar a la ya desquiciada prensa mundial…, sufrió un lamentable infarto.

La magnánima Santa Sede, máxima autoridad de los asiduos atropelladores a la incertidumbre y hábil mediadora de conflictos y malos entendidos, impuso sus “buenos oficios” decretando que, en las misas del mundo se repita cincuenta veces la frase:


“Cuando el poder del amor prevalezca sobre el amor al poder el mundo conocerá la paz”.

Decretó, además, que los fieles que repitan con fe y devoción la mencionada frase, recibirían a cambio 666 Indulgencias. A escasos seis días un representante de la familia de Sri Chinmoy Kunar, interpuso una demanda por la autovía de la frase. Ese mismo día suspendieron en todo el mundo el tal decreto.

Años después, cuando el mundo casi había olvidado los insólitos hechos; y el gobierno que sucedió, al que logró sacar del país a las abusivas instalaciones militares norteamericanas; sugería una consulta popular, para que sea el pueblo quién acepte su regreso. Esa misma noche, el máximo representante del gobierno norteamericano salió a defender la necesidad de retornar a la región, jurando, Biblia en mano, que ahora sí tomarían todas las precauciones del caso. Horas después informaron que, otra vez la estructura pentagonal, se desplazó, muy lentamente por el cielo yanqui, efectuando paradas cortas y a considerable altura, en varias ciudades de Norteamérica; y que en un tris… Desapareció.

Un inesperado escalofrió estremeció a la humanidad al enterarse al día siguiente que:

Siete multinacionales de Televisión, cinco agencias de prensa, catorce Periódicos, la SIP, la NSA, la Casa Blanca, el Pentágono, el Capitolio, la USAID y veinte y cinco mil setecientos sesenta y cinco personas en el mundo; incluidos un Ex-Presidente, dos Presidentes y el Papa…


                                         habían desaparecido




(35) Cuando el lobo aprende salmos, echa de menos a los corderos.
(36) Radiofobia: pánico a la radiación.