Y… NO CONSUMIRÁS DROGAS
“Próximus sum egomet mihi” (30)
...Y es por la
tal droga que te ves tan triste, tan abatido y tan apartado de los tuyos, pero
entiende, tú mismo tienes la culpa. Deja ese vicio que te va a llevar a la
muerte… Y cuando eso suceda… ¿Cómo lo enfrentaremos los que tanto te amamos?
¿Qué explicación daremos a la familia? y a las amistades de la familia, cuando
con el pretexto de las condolencias vengan a ver cómo vivimos, a envidiar lo
que tenemos, a advertir lo que no tenemos y a restregarnos en la cara que ellos
ya lo ostentan… gracias a la tarjeta Lisa.
Recapacita, ni siquiera
sabemos quiénes vendrán a nuestros aposentos y peor quiénes asistirán al
velorio en la sala VIP… y de ahí a la Catedral y... al entierro.
¿qué entierro…? ¡a la cremación y de ahí... al tal columbario. ¡Eso es lo que
está de moda…! Pueden ser gente importante y de seguro lo serán, porque
nosotros no nos llevamos con cualquiera…
¡Qué vergüenza…!
Farfullarán que no te hemos disciplinado a tiempo; que no has tenido una buena educación.
Dirán que te hemos educado en escuelas baratas, o que hemos permitido que te
malcríes en las públicas… ¡Pero si las estoy oyendo…! Cuchichearán que te hemos
dado un pésimo ejemplo; que no nos enteramos de nada…; que nosotros también
hemos de tener esos vicios y hasta otros peores… Y las más filáticas
chismearán, que como vivimos arrendando tenemos que trajinar con substancias
¿alotrópicas…? ¡Qué digo! Alopáticas… exponiéndonos a que alguna resentida,
hasta nos denuncie…
Nuestra
reputación quedaría por los suelos y después… ¡qué horror, cuando tengamos que
ir al carnaval!…; ¡Y
de luto…! Apenas nos miren saltarán de júbilo, porque entérate, que por el
color de nuestra piel, el negro nos envejece… Qué angustia… Nos triplicarán la
edad… Y yo pregunto ¿Qué justificativo daremos de tu temprano fallecimiento? ¿Y
qué nomás pensarán sin llegar a decirnos? pero… de seguro lo comentarán entre
ellas… Y solo Dios sabe con quién más…
¿Qué temores
propagarán a los que intenten venir a radicarse en nuestra segunda tierra?; aconsejándoles
que la capital atolondra y pervierte.
Adefesiosas
dirán que somos adictas, que te hemos enseñado solo vicios y que por nuestros
turbios negocios hemos dejado abandonadas las tierras; y, que las mansiones
nadie las quiere arrendar por temor a las pesquisas.
Tú bien sabes
cómo son, por un poquito de licor en las fiestas, hablan de borrachera…
Reconozco y me consta que tienes excelentes calificaciones ¿será acaso que los
profesores o los dueños de la universidad te socapan el vicio? o como vociferan
en los lindos canales que dizque hay unos mafiosos que controlan la educación
¿serán ellos los alcahuetes…? Sé que te gusta el deporte; que sales de
madrugada a trotar. ¿Será que fumas corriendo, para que desaparezca el olor?,
Porque dicen que esas yerbas son apestosísimas…
¡Ay! a propósito
de yerbas: en el desayuno, rechazas la leche, solo te embutes yogurt, esa
áspera granola y sin pizca de azúcar. En el almuerzo, repudias
la carne, no te gustan las frituras, ni las gaseosas, ni la fritada, peor el yahuarlocro, odias los postres… ¡Ah…! ¡Virgen linda…! ¡Qué desperdicio…! Y si alguien pretende instruirte respondes: “Solo el hombre inteligente tiene prisa y además… sabe comer” Como si todas nosotras no comiéramos.
¡Ah…! y cenas
como guardián de mercado… ¡Solo frutas…! No me explico por qué no luces desnutrido
¿Serán acaso las vitaminas que tiene la droga…?
¡Ah! tampoco vas
a la iglesia, ni siquiera has hecho la primera comunión. ¿Y si el sacerdote se
niega a darte los santos óleos? Menos mal que sí estás bautizado. Aunque no
quiero ni acordarme de ese día cuando conocimos a la parentela de tu taita… ¡Me
muero! qué gente, qué costumbres, cómo su dejo desembuchaba su ralea y cómo
ostentaban lo que nunca han de haber tenido y qué modas lucían… no había una…
que saque la cara por las demás.
¡Ay…! Ahora que
se ofrece, te confieso… Sí, hemos murmurado a tus espaldas, pero es por tus amistades…
es que de verdad, te llevas con gente rara, solo acuérdate de ese rústico que
vino el otro día, tenía unos pantalones raídos y enormes, la camisa por fuera,
sin corbata, los zapatos de tela, llenos de letras, el cabello encrespado y
cogido con un mugriento resorte… Cuando atrevido y coqueto me saludó con beso,
me fijé que llevaba un ridículo arete y en el brazo tenía tatuado un demonio
con una leyenda sobre atropellos a las buenas incertidumbres…, o algo así. ¡Ah…! ¡Virgen linda…! lo único
que daba una buena impresión de él, era el violín que cargaba; o sería nomás el
estuche. ¿Será que él te suministra la droga? ¡Ah…! si es
él o cualquier otro, pedirás factura para que participes en los sorteos del
S.R.I… Entérate que en las noches me desvelo pues cavilo y cavilo… algo le
afectó a mi pobre sobrino y deduzco: fue la falta de padre ¡Ay mi pobre
hermana! pero qué mal se casó, qué le vería a ese runa cerdoso y con esa nariz
tan ancha y lampiño… Seguro que él te contagió el vicio; cuando embarazó a mi
incauta hermana… Vivísimo, mojigato y trepador; se metió y se metió en la
familia ¡Claro! buscando mejorar su calaña y... lueguito presumir del parentesco
con una familia decente. El Chicaiza nomás… Oligarca de Alaunó, dizque era…
En las frías madrugadas
mientras rezo y re… ¡Espera…! Espera no
es Alaunó... Es Alausí.
Como te decía… mientras rezo
y rezo… me convenzo de que tu situación es castigo de Dios y seguro que es
porque tus padres no están juntos... Ahora todos hechos los modernos, con el
tal divorcio, solucionan todo, antes no era así… nunca pasó esto en nuestra
familia, todos están bien casados, con gente intachable, antepasados de
alcurnia, con todas las bendiciones y hasta que la muerte los separe. ¡Ah! y con
gente insigne… de resplandecientes apellidos y con el nobilísimo “Del…” o el
aristocrático “De los…” ¡Ah! y con escudo a colores… Es que hemos sabido escoger
lo mejor. Y si somos decentes es porque venimos de regia descendencia…
¡Ay…! si por lo
menos tendrías un seguro; para que te den alguna droga o te envíen a un centro.
Acuérdate que tienes que sustentar tu tesis. ¡Mmm…! Sí, sí buena idea, hay que
hablar con Carlos-Hugo, que ya debe estar de general, para que nos apalanque y
te internen en el Militar, ahí que te disciplinen, pues he oído que empiezan
con marihuana y después pasan con drogas más fuertes, drogas que dizque contienen
gasolina de avión y hasta pólvora, según dijo la Marianita en el grupo de
oración.
¡Ay...! Y
hablaré también con el padre Benedictus, para que celebre ¡¡La misa!! por tu juicio y así te salgan los demonios y
el humo que has de tener adentro. ¡Ah...! Y te cuento; el otro día, un brujo explicaba
en la televisión que después de la marihuana, pasan a la toca y de ahí a la
¿herína…? ¿harina…? en
fin, no me acuerdo heroína de qué… y de allí… ¡Me muero! solo Dios lo sabe…
¡Ay Virgen
Linda…, menos mal que todos los pretendientes que tuve, andan por el mundo de Cónsules,
Nuncios o Embajadores y, el que más se moría por mí, dizque ahora está de
“ascensor” presidencial; pobre…, era tan tímido que nunca se atrevió a decirme
nada.
¡Ay…!¡Dios mío…!
Cuanto te agradezco, por no permitir que me haya casado, solterita me he
librado de antojos y náuseas… Y lo espantoso que hubiese sido llegar a tener
hijos, para que ahora mi propio sobrino sea un mal ejemplo y los malcríe...Bien
estoy así.
¡Ay…! y mejor no
quiero ni pensar en el marido que me hubiese tocado, yo que soy tan
amathofóbica (31) y no estoy acostumbrada a dormir estrujada…
Y peor a cocinar.
¡Pero… di algo… Ismael! ¡Ismael…!
¡Ay!... Memuero Juraría que estabas aquí.
(30) Mi pariente
más próximo soy yo.
(31) Amathofobia: pánico al polvo.