El viejo
decálogo y su adendum;
como target frente a temas
de: fe, política, emigración,
burocracia, medios de comunicación
tauromaquia, salud, tráfico
de órganos, nutrición,
como target frente a temas
de: fe, política, emigración,
burocracia, medios de comunicación
tauromaquia, salud, tráfico
de órganos, nutrición,
justicia
social, corrupción,
medio ambiente y… futuro.
medio ambiente y… futuro.
ASIediciones
ISBN 978-9942-03-219-5
ISBN 978-9942-03-219-5
Portada: Forosweb Gráficas: Holbein, Goya, Durero y Vogtherr
rodrigoaguirrech@yahoo.com
asiediciones@latinmail.com
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Adquiéralo en:
http://www.librimundi.com/
(1) Acuérdate, hombre, que eres polvo y en polvo te convertirás.
Hechos
Se advierte tan
poco acerca de la vida. ¿Por qué especular alrededor de la muerte? ¿Y persistir
en legislarla…?
Sutileza lograda
años ha…, cuando inermes parientes —confusos aún de su origen, e inciertos como
el que mas de su fin—; cedieron al tinglado de sombríos escatólogos y lascivos
eruditos en pecados ajenos, que etéreos ofrecían vida eterna por obedecer
manoseados preceptos o un inevitable infierno por quebrantarlos. ¿!Pero que aún
repiquen!?
¿!Qué la
cordura, equilibrio y hasta la felicidad de muchos se determine por tal o cual
mito!?
¿!Qué
Constantinos modernos, maquillados de virtuosos, atropellen comedidos la incertidumbre de sus amados hermanos con la bravata del
llanto y crujir de dientes; cuando lo que consiguen es quebrantar
y constreñir las mentes; y que, atropellados no amen la vida por su esencia
sino por el temor a la muerte y que traviesos acróbatas, salvaguarden con
réditos su silencio y de tiempo en tiempo, embarrados de burda y conspicua
seriedad; exhumen supuestos edictos arguyendo que son necesarios por la
iletralidad de los iletrados!?
A inicios del
crucial siglo veintiuno, cuando el género humano gracias a su juicio, habilidad
y firmeza ha logrado franquear múltiples obstáculos sus usufructuarios, en
constante evolución, debemos auxiliarnos con lo mejor del pasado y positivos
frente a tanta información, aceptar joviales el albur del día a día. Sin
disfrazar el don del asombro y, cobijados por la verdad, erradicar la inercia,
remediar las fobias exigir derechos, subsanar lo que esté a nuestro alcance y
soñar…, sí soñar, pero bien despiertos, apostando siempre y en favor de la
naturaleza: imitando su ecuanimidad y sus radicales términos, listos a su
inevitable abrazo y, mientras ese instante llegue, amar la vida, invertir en
salud, reservar energía, compartir destrezas, reciclar materia viva y en la
trinchera que, con sabiduría, vanidad, o sencillez enfrentemos, apurarnos
lentamente a vivir con poco.
En XlV Manda-mientos, Aguirre Charvet recrea con su índice un curioso remolino de
imágenes disparatadamente formales; desnuda rémoras de salvación y antifaces de
poder que han deteriorado la vida de muchos y la de sus inmediatos, trajinando
por tétricos escenarios y disolutos verbos; estira las piernas y más allá de
diez, catorce, veintisiete o cuarenta y seis hormas; reivindica capítulos de
somnolencia con chispas de vida.
Querellante,
cáustico y con tres pizcas de sal, descobija aupados laberintos constatando
innegables desaciertos que, por inseguridad, astucia, confusión, apegos o
simplemente tinieblas… predicamos como aciertos.
O. E.
Prefacio
Agudo,
irreverente, insobornable, radical, patético, macabro, duro… son las virtudes
y/o vicios que adolece este libro y por consiguiente sus personajes.
Conversan sobre
XlV Manda-mientos...
¿Será que el
ortodoxo Benedictus PP. XVI, amén de perder millones de indulgencias, se lance
a poner yapas al Decálogo de Moisés? ¿Qué diría además el Dios de Abraham?
Xl No
consumirás drogas.
Xll No
acumularás riquezas.
Xlll No
dañarás el ambiente.
XlV No
experimentarás genéticamente.
Sospecho que el
Vaticano no ha de estar muy de acuerdo con estos aumentos, especialmente con el
décimo segundo: estaríamos ante una paradoja. Con los otros quizás se ajustan
al siglo XXl, pues ¿en tiempos lejanos qué se iba a experimentar con genes? los
que habían bastaban y sobraban. No había necesidad de manipulaciones y si no
preguntémosle a Lot.
Lo del ambiente;
bueno. Ahora hay más gente y menos agua, es un imperativo cuidar la casa. Lo de
las drogas no es ninguna novedad Cristos y shamanes se han drogado: la
mandrágora, el hachís, la ayahuasca, el opio, no ha faltado en la dieta
personal ni comunitaria, sin excluir al fármaco-dependiente. Además, al meditar
por horas, respirar incienso, encantarse frente a luces o velas, hasta volar en
éxtasis entre mantras y campanas es como para soñar en paraísos artificiales.
Ahora, las
drogas son pecado; pero las leyes han sido hechas para violarlas… en un
construir y destruir cíclico.
Y el hombre —el
pobre ser que mastica el polvo de su yermo planeta—, quiere salir a rastras a
la tierra prometida. Se mira en el espejo de algún oasis. Mira una vez más su
estigma en la frente mientras taladra sus huesos aquella frase:
“Memento, homo, quia pulvis es et in
pulverem reverteris” (1)
Martha Valdivieso Cox
(Escrito un Miércoles de Ceniza)(1) Acuérdate, hombre, que eres polvo y en polvo te convertirás.